Tanto la sociedad como la industria generan una gran cantidad de residuos. La gestión de todos esos residuos es un problema para empresas e instituciones. Muchos de esos desechos, especialmente los de origen municipal, a menudo terminan en basureros. Sin embargo, existen otros métodos de gestión más recomendables y sostenibles como el reciclaje, la reutilización o la transformación energética.
La Unión Europea establece objetivos y estándares para el tratamiento de residuos. El proceso de utilizar residuos para producir energía se llama recuperación. Consiste en obtener energía de los residuos que no se pueden separar y no son reciclables. Entre las alternativas de gestión sugeridas por la UE se encuentra la valorización de residuos. Recomiendan mecanismos como la incineración directa, la producción y valorización de biogás o el uso de residuos como combustible.
Procesos y tecnologías de transformación energética
Las tecnologías de conversión de residuos en energía más utilizadas son la incineración, la digestión anaeróbica y la coincineración. Sin embargo, también existe una tendencia creciente en la implementación de otras tecnologías más nuevas. Ejemplos de ellos serían la gasificación, la pirólisis controlada y la gasificación por plasma. Cada vez son más los países que apuestan por estas tecnologías porque la eficiencia energética es mayor, y eso significa que con la misma cantidad de residuos se obtiene más energía.
Incineración de residuos
En este tipo de tecnología, muy común en los procesos industriales, el calor de la incineración de residuos se utiliza para calderas de vapor y para impulsar turbinas de vapor para generar electricidad. Durante este proceso, se generan sustancias nocivas para el medio ambiente como resultado de la combustión. Estas sustancias nocivas están presentes en las cenizas volantes generadas y necesitan ser eliminadas mediante una unidad de tratamiento de emisiones, como la tecnología de depuración de COV.
Pirólisis controlada
La pirólisis controlada es un método de destrucción térmica limpio y eficiente que combina lo mejor de la pirólisis con lo mejor de la incineración directa. Algunas de las ventajas de este proceso de destrucción térmica es que permite una mezcla constante de residuos y asegura un contenido de carbono de la escoria inferior al 3%. Además, garantiza la mejor recuperación energética. Dado que se basa en el proceso de gasificación, hay menos volumen de gas como salida, menos producción de óxidos de nitrógeno y menos productos químicos anticontaminantes.
Gasificación
En el proceso de gasificación, la basura se entierra bajo el suelo. Estos desechos orgánicos emiten gases y producen un líquido llamado lixiviado. Este método transforma estos gases en electricidad y el líquido en agua cristalina. Los residuos orgánicos también se utilizan para producir biogás para vehículos, electricidad y calefacción.
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